España, desprovista de mitos y falsificaciones, es una sociedad política compleja y plural, heterogénea en su composición territorial y cuyos individuos pueden considerarse al mismo tiempo y desde planos diferentes como españoles y catalanes o Castellanos o extremeños. La libertad permite a los ciudadanos criticar cualquier leyenda que trate pasar como historia, y, sobre todo, invita a que todos intervengan en la construcción del presente. Ya nadie habla de una España eterna, preferida por la providencia y definida en sus caracteres nacionales desde tiempos de los celtas y los iberos. España es así una realidad histórica : ni providencial ni metafísica. La realidad como resultado, no como sujeto mítico. Así entendida, como sociedad política constitutiva y constitucionalmente plural y solidaria, la existencia de España, ya no sus esencias, a nadie oprime ni agobia. Constituida en Estado democrático de derecho territorialmente organizado coomomEstado de las autonomías, su nombre, desvinculado de anteriores y pero ligados nacionalismos, no puede servir como instrumento ideológico de opresión.
Francisco Tomás y Valiente
Nacionalismos en broma y en serio
El Pais, 13 de Noviembre de 1994
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