Barcelona, Septiembre de 1973, Augusto Pérez acude a una reunión organizada por el Profesor Juan Oró al amparo de la Fundación Mediterráneo que trataría del saber y el conocimiento sobre "el origen de la vida". Su profesor de Biología Molecular le propone comer en una mesa que él presidía, con el fin de aprovechar su disposición a hablar "de lo que quieras. El caso es que saques conversación". Me sentó al lado de un hombre, ya mayor en edad. Sobre la mesa, todos los comensales tenían su nombre, leyéndose el de aquel hombre como Oparin, A. I.
No había leído ni oído hablar del Señor Oparin hasta ese momento. Sabía su nombre pero no sabía de su saber y, mucho menos, de su conocer.
Todos teníamos el plato delante y Nadia hablaba. El profesor Oró hizo un gesto que entendí me quería decir que rompiese el silencio. Así ha sido, el sin vergüenza que siempre ha sido Augusto Pérez, entendió que el tenía que encender la leña. La prendió preguntando al comensal al lado del cual había sido sentado: "Profesor Oparin, ya que tengo la oportunidad de preguntarle, ¿me podría decir que entiende usted por VIDA?
Si la mesa estaba en silencio rodeada por el ruido del resto, tras mi pregunta el silencio se hizo más patente, a la vez que la mirada de los comensales, excepto la del Profesor Oparin, se quedaron colgadas, a modo de lámpara sin luz alguna. Tras unos segundos, el profesor me mira y dice: "muchacho, una gota llena de mierda" (concretamente dijo excrementos)". La respuesta de los comensales ha sido la de mirar al plato y, gesticular algo así como "¡ah, no va conmigo!, a la vez que martillear el plato, yo entendí que la mesa era un plató lorquiano.
Pronto salió en ayuda del alumno osado el profesor Oró: "Augusto..." No le dio tiempo a que siguiera. Un momento profesor, deseó contestar al Profesor Oparin. Bueno, no hace falta, me dijo.
Augusto Pérez no pensó que la respuesta que el profesor Oparin fuera baladí, como luego varios comensales escuchantes me hicieron saber.
Le respondió Augusto Pérez: magnífica respuesta, magnífico concepto. Estoy escribiendo sobre el origen de la vida y su meta-expresión en la vida que suponemos egoístamente más evolucionada, o adaptada. Concibo que la mierda, o excremento que representa el aire espirado, hemos sido capaces de aprovecharla para construir la vida más evolucionada que es la Sociedad Humana, o de relación entre Individuos Humanos, o Personas. La Palabra, como la Mucarna relaciona el Cielo con la Tierra, a Dios con el Hombre.
Es el Verbo el hacer al Hombre un ser Divino. Y este hacer conforma la estructura proteiniforme, plástica, adaptativa, como Hegel refiere.
Si, estoy sorprendido como un hombre joven educado en la España de hoy, puede tener una concepción proteiniforme de la Sociedad.
Si, no es una concepción académica de esta España, pero es de la España que le acoge a Usted y a todos los pensadores libres. Bueno, pensadores, ya que el apelativo libre resulta redundante.
Recomiendo la lectura de:
El origen de la vida
Alexander I. Oparin
Recomiendo la lectura de:
El origen de la vida
Alexander I. Oparin
El origen del hombre
Charles Darwin
Miller, otro día anotaré sobre las condiciones necesarias para la proto-vida, allá hace unos 4500 millones de años.
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