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13 jul 2014

El dolor como condena.


En el ensayo de Fernando Savater "La obstinación de Filoctetes"(1989),
hace esta cita:

"To be human is no be in danger"
On Human Being (Ashley Montagu)

Y, a continuación escribe

"Empecemos por la mención de una calumnia platónica. En el Gorgias, Sócrates y su adversario Calicles convienen en que la tragedia es un género "elevado y admirable" pero que dedica solamente su interés a producir placer a los espectadores; es decir, que ni deja de cantar lo que perece grato a sus oídos, aunque sea malo, ni se atreve a cantar lo enojoso por útil que pudiera llegar a resultarles. Sócrates remacha el calumnioso clavo afirmando que tales procedimientos son, precisamente, los que caracterizan a la "adulación". De modo que la tragedia queda como ejemplo de retórica "aduladora, demagógica y vergonzosa", de esa que se opone a la oratoria realmente "hermosa" (en el sentido platónico del término, naturalmente) "la cual trata de mejorar todo lo posible las almas de los ciudadanos y se esfuerza continuamente por comunicar los más bellos pensamientos, tanto si van a agradar a los oyentes como su van a serles molestos".
Como ya queda dicho, se trata de una calumnia -y viniendo de quien viene- seguramente malintencionada: la tragedia no "halaga" en el sentido demagógico del término a los espectadores, salvo que por "halagar" se entienda fomentar el interés apasionado por la reflexión sobre conflictos de valores. Tal reflexión no es sólo conceptual sino que implica conmoción ante la suerte de los individuos que se debaten entre destino, carácter y azar, sin renunciar a privilegios ni retroceder ante amenazas. Aristóteles desglosó esa conmoción entre los sentimientos de "temor" y de "piedad"; hace poco, la profesora Martha Nussbaum ha hablado de "la fragilidad del bien" y de la colisión entre ética y azar en el pensamiento griego. Son aspectos de una misma reivindicación del género trágico como vehículo adecuado de planteamiento moral sin concesiones ni a la tradición edificante ni a la "regeneración desde arriba" por imposición estatista. Hay que atribuir sin duda a su proclividad a este último tipo de pseudo solución dogmática la citada calumnia de Platón contra el género trágico.

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