Repugna la PENA DE MUERTE. Me ennoblece sentir repugnancia por aquellos individuos humanos no perplejos que tienen como guía la LEY DEL TALIÓN.
Podrían los judíos de Israel leerse con detenimiento a su paisano Maimónides. Probablemente mejor haría el Consejo de Seguridad hacerlo.
Estos días de un Estado Mendicante como el Español, para entrar a formar parte de tan cobarde grupo de de las Naciones Agregadas, que no Unidas, no lo hacen en nombre del Pueblo Libre de Lughonia.
No hay que seguir guardando silencio como en Chatila (no ha mucho que su autor Sharon tomó tierra). No hay que preparar el llanto reglamentado tras la matanza que están preparando los judíos de Israel.
No habrá luto, porque el Pueblo Palestino camina erguido y mirando a los ojos y no a las sandalias de quienes envidian su orgullo de "pueblo elegido por ellos mismos" y no por ningún dios.
Nota.- Probablemente quien lea esta nota no sepa que yo soy judío, cristiano y mahometano. Soy español nacido en Lughonia, tierra de hombres que erguidos bracean para desplazarse sobre sus dos piedras y lo hacen mirando a los ojos del dios FUTURO y, en cada braceo, al dios PRESENTE, a la izquierda y, al dios PASADO, a la diestra. Las cillas perladas donde habitan nuestros ojos, tienen forma romboidal que hacen posible mirar hacia el Este, el Oeste, al Sur y al Norte, desplazando se del Este al Norte, siguiendo a Lugh.
Israel refuerza su frontera con Gaza
Nuevos disturbios en Jerusalén entre palestinos y soldados
Aumentan los lanzamientos de cohetes desde la franja y los bombardeos sobre ella
CARMEN RENGELJerusalén 3 JUL 2014
Israel reforzó este jueves con un despliegue que incluye tanques sus fuerzas militares a lo largo de la frontera con Gaza ante la escalada de violencia en la franja palestina y el sur de Israel. El bucle de lanzamiento de cohetes por parte de las milicias desde la franja y respuesta aérea del Ejército israelí se ha agravado durante la búsqueda de los tres jóvenes judíos secuestrados y hallados muertos el pasado lunes.
Ante el notable aumento de los ataques palestinos con cohetes —está en números insólitos desde noviembre de 2012, durante la última gran operación militar israelí, Pilar Defensivo—, el Ejército realizó este jueves lo que definió como un despliegue “preventivo”, “limitado”, que puede ser el primer paso para una ofensiva de calado o un mensaje de advertencia a Hamás, a quien el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusa directamente del triple asesinato.
El blindaje del sur incluye tanques y personal de infantería, pero por el momento queda “descartada” una incursión terrestre, indicaron fuentes militares. El teniente coronel Peter Lerner, portavoz del Ejército israelí, explicó que “Israel está interesado en restaurar la tranquilidad” en la frontera y que “la calma será respondida con calma” si los islamistas deciden frenar los cohetes. Desde la desaparición de los tres adolescentes israelíes y el consiguiente rastreo, los cohetes se han incrementado. En lo que va de años, los palestinos han lanzado 362 —parte de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa antiaérea—, lo que supone casi cuadriplicar los contabilizados en 2013. El alto el fuego acordado entre Israel y Hamás a finales de 2012, con mediación de Egipto, había contenido estas réplicas y contrarréplicas.
Fue el lunes cuando, según el Ejército, Hamás retomó el lanzamiento de proyectiles desde Gaza. En los dos últimos años los ataques eran obra de otros grupos, como Yihad Islámica o los Comités de Resistencia Popular. Ahora el Movimiento de Resistencia Islámico Hamás está “directamente implicado”, más allá de su “responsabilidad por no controlar a los extremistas” en la franja. De ahí también el interés de Israel en enseñar los dientes. Portavoces de las Brigadas Ezzedin Al Qassam, brazo armado de Hamás, comparecieron en Gaza para avisar de que “cualquier movimiento imprudente de los líderes de Israel” hará que ataquen “nuevos objetivos” israelíes.
Tres de los 30 cohetes lanzados este jueves impactaron en zonas residenciales de Sderot (21.000 habitantes), al sur de Israel. Una de las casas servía de guardería. La profesora y sus alumnos lograron llegar al refugio al sonar las sirenas. Los proyectiles no explotaron y por eso el daño fue menor. Israel respondió con una quincena de bombardeos sobre objetivos calificados como “terroristas”: puntos de lanzacohetes, campos de formación y silos de armas. Pese a ello, 11 personas (incluidos tres civiles) sufrieron heridas, según las autoridades gazatíes. La ONU condenó los cohetes y también el “exceso de actos de represalia” de Israel.
En Jerusalén, a la espera del entierro de Mohamed Abu Jadair —el menor palestino asesinado el miércoles en un caso que se investiga como posible venganza a la muerte de los tres muchachos israelíes— los disturbios entre manifestantes árabes y policías israelíes causaron en 24 horas unos 200 heridos, todos leves, según la Media Luna Roja. La familia Jadair pidió la asistencia de un forense palestino para tener un diagnóstico independiente al de los profesionales israelíes. Los análisis se han ido retrasando, por lo que su entierro estaba previsto para la madrugada de este viernes. Aún no han trascendido las conclusiones sobre las causas de su muerte.
Varios soldados israelíes han sido sancionados, además, por sumarse a una campaña de Facebook en la que colgaron fotos con lemas en los que pedían “venganza” y “muerte al árabe” en memoria de sus compatriotas secuestrados y muertos.
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