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14 oct 2012

Atenea y el Oráculo del Hospital General de Asturias.


Cronos le arrebata el trono de los cielos a su padre Urano.
Zeus le arrebata el trono a Cronos.
Zeus, dios de los cielos, se une a Metis, diosa de la Astucia y de la Prudencia.

Zeus transforma en mosca a Metis embarazada.

Zeus come  a Metis embarazada, transformada en mosca.

Zeus gesta en su cabeza a su propio hijo, y lo gesta en su cabeza (en realidad Miguel de Unamuno era Zeus, y concibió en su cabeza a su hijo Augusto Pérez. Ahora comprendéis, al fin, tanto desasosiego y tanto arcano en torno a este personaje, lughon y descendiente de Bernardo del Carpio que, como veis, tanto de realidad como de ficción tiene).

Bueno, a los nueve meses, Zeus sufre de fuertes dolores de cabeza, por lo que acude al neurólogo Doctor Lahoz, en el Oráculo del Hospital General de Asturias. Acude porque ya en anteripr ocasión lo habia hecho. En aquella ocasión, Zeus recibió de Lahoz el oráculo de que la descendencia de su esposa Metis le destronaría de los cielos.

Lahoz remitió a Zeus al oráculo de Efestos , dios de la forja (por entonces al oráculo de la Forja, aún no se le llamaba Neurocirugía (aún no no había nacido Cushing)  y, a Efestos no se le conocía por Serrats) que le sacara de su cabeza a su hija Atenea a la que concibió durante nueve meses. 

Bueno,  tras el hachazo certero, Serrats (Entonces, para acceder al interior de la cabeza, utilizaba un instrumento ideado por McAllun, con la ayuda de una Tabla de Logaritmos y, sobre todo por su Saber y Conocer que, junto a su Habilidad, le hacían acercarse a Dios y la alejaba de los hombres) hizo salir de la cabeza de Zeus Unamuno a Atenea (entonces aún no se la conocía como Augusto Pérez, y, claro, mujer era, que siempre están dispuestas a salir por delante de los hombres en eso del Conocimiento que les acerca a los dioses y las aleja de los hombres).

Dicen que Atenea nació crecida y dando guerra. No esperó a los ñalgazos del tocólogo del Olympo, al que se le conocía como Fernández Cabaleiro, y que presenciaba tan inusual parto, por sí su habilidad fuera necesaria. 

Al nacer, Atenea dio tal grito de guerra que hizo cogerse el bigote a Emilio Rodríguez Vigil, el Pediatra del Olympo, que esperaba el alumbramiento para exploar su APGAR, porque no se fiaba de los tocólogos que para ellos siempre era alto, aunque los pediatras viesen al guaje con color azul y encarnau . Bueno, que confundían la buena salud con la asfixia, como decíen los de Lena, donde a él lu habien nacíu y bien nacíu; dígolo yo, aprendiz de Efestos Serrats y Germán el Pediatra de  Carabanzo y Aprendiz de Don Emilio Rodríguez Vigil.

Atenea, la diosa del Conocimiento, es hija de Zeus, del Conocimiento de los  dioses. El Conocimiento Racional, el de los hombres, es bastarda.  Dicen que no tiene madre, aunque su padre estaba casado.

Atenea, guerrera siempre, transmitió a los hombres, sus hijos, la lucha por el Conocimiento. Y, al igual que Bernardo del Carpio, siempre reivindicó ante Zeus, que su madre estaba casada cuando la nacieron a ella:

Bernardo se enfrenta con el rey Alfonso, como en otras ocasiones más lo hará para pedir la libertad de su padre.

Por las riberas de Arlanza
Bernardo del Carpio cabalga,
con un caballo morcillo
enjaezado de grana,
gruesa lanza en la mano,
armado de todas armas.
Toda la gente de Burgos
le mira como espantada,
porque no se suele armar
sino a cosa señalada.
También lo miraba el rey
que fuera a vuela una garza;
diciendo estaba a los suyos:
`Esta es una buena lanza;
si no es Bernardo del Carpio
éste es Muza el de Granada.'
Ellos estando en aquesto
Bernardo que allí llegaba:
ya sosegado el caballo
no quiso dejar la lanza;
mas puesta encima del hombro
al rey de esta suerte hablaba:
`Bastardo me llaman, rey,
siendo hijo de tu hermana,
y del noble Sancho Díaz
ese conde de Saldaña;
dicen que ha sido traidor
y mala mujer tu hermana.
Tú y los tuyos lo habéis dicho,
que otro ninguno no osara;
mas quien quiera que lo ha dicho
miente por medio la barba;
mi padre no fue traidor
ni mi madre mujer mala,
porque cuando fui engendrado
ya mi madre era casada.
Pusiste a mi padre en hierros
y a mi madre en orden santa,
y porque no herede yo
quieres dar tu reino a Francia.
Morirán los castellanos
antes de ver tal jornada;
montañeses, y leoneses,
y esta gente asturiana,
y ese rey de Zaragoza
me prestará su compaña
para salir contra Francia
y darle cruda batalla;
y si buena ma saliere
será el bien de toda España;
si mala, por la república.
moriré yo en tal demanda.
Mi padre mando que sueltes
pues me diste la palabra:
si no, en campo, como quiera,
te será bien demandada.' 

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