Buscar en este blog

24 nov 2013

El banquete del luto.

El banquete por la muerte del abuelo.

Mañana, tras la misa por el abuelo Augusto, la familia hará un banquete al que quedan todos aquellos que acudan y deseen.

El rito del banquete la hemos hecho por todos aquellos que nos nacieron e hicieron que viviéramos como comunidad familiar.

Cincuenta y un años han tenido que pasar para darle un banquete. Pero, al fin, cerramos el luto. Somos cabales.

El comienzo de la caza en Lughonia, la anotaré en otro momento, hoy recomiendo la lectura de una magnífica obra de un extraordinario autor.

Homo Necans. Interpretaciones de ritos sacrificial es y mitos de la antigua Grecia.
Walter Burkert, 2013


El elemento más difundido en los funerales, tan omnipresente que a veces no parece digno siquiera de mención, es el papel que cumple en ellos la comida, el banquete fúnebre. La etnología y la ciencia de la religión se han fijado particularmente en los intentos singulares, más o menos extravagantes de alimentar a los difuntos. Sin embargo, el elemento principal  delas ceremonias fúnebres es casi siempre el festín solemne, bien real, que los vivos se dan "en honor" de los muertos. Así, Aquiles, en pleno duelo por la muerte de Patroclo, ofrece a sus compañeros "un apetitoso banquete fúnebre". En este pasaje de la Iliada se anuncia casi con descaro algo que resulta escandaloso para la conciencia personal y que, no obstante, en la actualidad todavía no se ha erradicado: que el placer animal del banquete solemne se instale en medio del duelo, el dolor y las lágrimas. Tal relación necesaria entre la muerte y la comida sólo se daba originariamente en la situación de la caza; a partir de ella, el ritual de la comida llegó a servir de vínculo para la comunidad. De esto no debe concluirse que el canibalismo  sea la forma "primitiva" del homenaje fúnebre. La ritualización de la conducta del cazador posibilitó la siguiente transposición doble: el difunto -"sustituto" más importante que lo sustituido- ocupa el lugar del animal cazado, pero, en el banquete celebrado a continuación, su lugar es ocupado por el animal sacrificial.


Rubens

Velázquez

No hay comentarios:

Publicar un comentario