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25 nov 2013

Momentos personales de vital trascendencia.

Un momento vital en lo personal ha sido la decisión y la concepción de nuestras hijas. Francisca, mi esposa, y yo, concebimos el 16 de Noviembre de 1972  a Alejandra. Seis años después, y por las mismas razones, el 16 de Noviembre de 1978 concebimos a Laura. A las dos las concebimos a las 17 horas. Con el mismo fin y las mismas condiciones físicas.

Alejandra nació el 14 de Agosto de 1973, a las 23:45 horas, en el Sanatorio Blanco de Oviedo. Ha sido un parto de corta duración y sin problema apreciable antes, durante ni después.

Laura nació el 13 de Agosto de 1979, a las 14:00 horas, en el Hospital General de Asturias.

Las dos fueron presentadas al Pueblo de Cristo y se les dio la bienvenida, o bautismo, siendo testigos familia y amigos.

Las dos confirmaron su aceptación como pertenecientes al Pueblo de Cristo, al cumplir la edad de 16 años, siendo testigos sus padres, familia y amigos.


Para mi, personalmente, el nacimiento ha sido muy angustioso. Temía por su salud.

Desde que estudié Obstetricia, el Sufrimiento Fetal, en particular encefálico, ha sido una gran preocupación. En quinto curso de la Licenciatura participé en el estudio del sufrimiento encefálico intra-parto. En aquel tiempo daba comienzo la preocupación médica, que no sanitaria, por la peri-natología.

Tras mi incorporación traumática al Servicio de Neurocirugía del Hospital General de Asturias, me dediqué al estudio del Sufrimiento Encefálico Fetal.

La experiencia personal en esta materia ha sido conformada por la negativa de los compañeros del Servicio, Pediatras y Obstetras que, en todo momento, y con signos de manifiesta cortedad de miras, entendían que mis estudios tenían carácter inquisitorial y denunciante de mala praxis. Todo lo contrario, tratar de conocer la Fisiopatología, o relación causal en el proceso de concepción, embarazo, parto y postparto, de las trascendentes lesiones encefálicas.

Así pues, la angustia de pensar en el sufrimiento encefálico en nuestras hijas, no soy capaz de describirla.

Aún hoy el sufrimiento fetal es un problema de salubridad cuya causa no es admisible.

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