Un nuevo estudio sugiere que mundos hasta ahora considerados muertos podrían ser capaces de albergar vida bajo su superficie
A la hora de buscar planetas que puedan ser habitables, los astrónomos tienen en cuenta que estén situados en la llamada «zona de habitabilidad», un lugar del espacio alrededor de una estrella con la temperatura adecuada para poder albergar agua líquida y, en consecuencia, dar una oportunidad a la vida, al menos tal y como la conocemos. Ni demasiado cálido ni demasiado frío, como las gachas de Ricitos de Oro en el cuento infantil. Sin embargo, un equipo de la Universidad de Aberdeen en Escocia (Reino Unido) cree que esas fronteras tradicionales deberían ampliarse. Publicada en Planetary and Space Science, la investigación afirma que mundos rocosos y fríos que antes se consideraban inertes en realidad pueden ser capaces de soportar vida... muy por debajo de su superficie.
En la teoría tradicional, «un planeta tiene que situarse no demasiado cerca de su Sol, pero tampoco demasiado lejos, para que el agua persista en estado líquido en lugar de entrar en ebullición o congelarse», dice Sean McMahon, autor del estudio. «Pero esa teoría no tiene en cuenta que la vida puede existir bajo la superficie de un planeta. A medida que vas más profundo por debajo de la superficie, la temperatura aumenta, y una vez que llegues a una temperatura donde puede existir agua en estado líquido, la vida también puede existir», resume.
«La vida más profunda conocida en la Tierra se encuentra a 5,3 km bajo la superficie, pero también puede haber vida incluso a 10 km de profundidad en lugares que aún no han sido perforados», explica McMahon. Pero, ¿y en otro planeta? El equipo creó un modelo informático que calcula la temperatura por debajo de la superficie de un planeta de un tamaño determinado, a una determinada distancia de su estrella. De esta forma, descubrió que la zona habitable de un mundo similar a la Tierra que orbita una estrella similar al Sol es aproximadamente tres veces mayor si se incluyen los cinco primeros kilómetros por debajo de la superficie. «Si vamos más profundo, y consideramos los 10 km por debajo de la superficie de la Tierra, entonces la zona de habitabilidad de un planeta similar al nuestro es 14 veces más amplia», indica.
En mundos solitarios a la deriva
La zona habitable actual en nuestro Sistema Solar se extiende tan lejos como Marte, pero si se redibuja según el modelo de Aberdeen, se amplía más allá de Júpiter y Saturno. Los resultados también sugieren que muchos de los llamados planetas solitarios que viajan a la deriva, sin estrella, en completa oscuridad, también podrían ser habitables.
«Planetas rocosos varias veces más grandes que el nuestro podrían soportar agua líquida a unos 5 km por debajo de la superficie, incluso en el espacio interestelar (es decir, muy lejos de una estrella), incluso si no tienen nada de ambiente, porque cuanto más grande es el planeta, más calor genera internamente», recuerda McMahon.
Por ejemplo, los astrónomos creen que el planeta Gliese 581d, descubierto en 2011, que está a 20 años luz de distancia en la constelación de Libra, puede ser demasiado frío para tener agua líquida en la superficie. Sin embargo, el nuevo modelo sugiere que es muy probable que sea capaz de contenerla a menos de 2 km de profundidad, en caso de que sea similar a la Tierra.
McMahon espera que los estudios alienten a otros investigadores a considerar cómo se podría detectar señales de vida en otros planetas, aunque esté tan escondida. «Los resultados sugieren que la vida puede ocurrir mucho más frecuentemente en lo profundo de los planetas y las lunas que en sus superficies. Esto significa que podría valer la pena la búsqueda de signos de vida fuera de las zonas habitables convencionales», dice. «Las superficies de los planetas rocosos y lunas que conocemos no son nada parecidas a la Tierra. Son, por lo general, frías y estériles, sin ambiente o con una atmósfera muy delgada o incluso corrosiva. Ir por debajo de la superficie te protege de toda una serie de condiciones desagradables que existen por encima. Así que la zona habitable del subsuelo puede llegar a ser muy importante. Incluso podría ocurrir que la Tierra fuera rara por tener vida sobre su superficie"
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