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21 jul 2013

El diagnóstico falso, o pseudo-diagnóstico.


Pseudo-Parkinson.

Cada día me encuentro con más pacientes con pseudo-diagnóstico.

Cuando el paciente tiene síntomas y/o signos que hacen pensar en una determinada enfermedad sin serlo, se denominan pseudo (falso). El denominar así a la enfermedad, o condición del Individuo Humano, no se está diagnosticando.

Hay que decir, con claridad, al Individuo y su Familia que lo que se quiere decir con ese término es que no se sabe que tiene, que no se tiene diagnóstico.

Se ha hecho tan habitual estos pseudo-diagnósticos que, incluso los médicos los entienden como diagnósticos.

El afán terapéutico hace que las actuaciones farmacológicas y/o quirúrgicas se hagan específicas y, con ello, refuerzan la creencia de la existencia del pseudo-diagnóstico.

Recuerdo que cuando comencé mi actividad médica solo teníamos un cuadro clínico que se nos revelaba a ser diagnosticado y, ante tal hecho lo denominábamos "fiebre de origen oscuro". Sin embargo, nunca escuché a médico alguno que tal resistencia al diagnóstico causal fuera conocida como diagnóstico de enfermedad. Había, y hay, establecido un conjunto de actuaciones diagnósticas que, al ser negativas sus respuestas para establecer la causa y la localización de la fiebre, esperábamos a encontrar su causa y localización. Mientras esto ocurría se actuaba dándole el nombre de "fiebre de origen oscuro" y, lo ubicábamos en nuestro quehacer diario, en el apartado de "casos resueltos", o "casos sin diagnóstico". Un quehacer que periódicamente se sometía a discusión personal, grupal, del Centro Sanitario y de la Sociedad Médica.

La actividad denominada "revisión bibliográfica", era una actividad que, por el difícil acceso a la misma, era costosa, pero, con frecuencia, satisfactoria por doble motivo como era que el problema estaba siendo sometido a estudio por otros grupos de trabajo y, porque tal hecho nos hacía crecer la esperanza de tener cercano el diagnóstico y, con ello, la solución del problema que aquejaba a nuestro paciente, único motivo de nuestra actividad profesional.

Caso problema.

Paciente de 64 años que lleva cuatro años con una progresiva pérdida de"fuerza" para moverse en la cama, levantarse del lugar donde, en la actualidad la sientan y, mantenerse en pie. En todo movimiento que haga o le hagan, no contiene la orina, el estreñimiento es extremó, para utilizar las manos tiene que apoyar los brazos. 

Comer "de prisa" para evitar el "atragantarse". Y, se le "apaga "la voz cuando habla. Tiene que dejar de hablar para tragar la saliva. Y, si no apoya la cabeza, se termina mareando.

En uno de esos mareos tomó un fármaco que le produjo una gran rigidez que se resolvió en los días siguientes a dejar de ingerir tal fármaco.

Su familia dice que no sigue una conversación y que no "encuentra" el nombre de las  personas y cosas.

Dice que ronca y hace pequeñas paradas de "respirar" cuando está acostada y, más, si se duerme.

También refiere su hija que tiene una enorme barriga distendida y, sin embargo, sus muslos apenas sí tienen "carne".

Este es un diagnóstico del que ya anoté en este diario en otra ocasión. Diagnóstico que tiene un tratamiento específico con resolución.

Los médicos no se forman, sino que se educan. Y, se educan en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

Este caso es un problema de Salud, no es una Enfermedad.

El motivo de implantar los Centros de Salud era el separar la Salud de la Enfermedad, por lo que se crearon los Centros de Salud. El motivo es que no se separaron de los Consultorios de Enfermedad y no se formaron Médicos de Salud.

El proyecto de Salud y Enfermedad puesto en marcha por el Partido Socialista quedó  roto por el Partido Popular que regresó a la asistencia de la Enfermedad y no llevar a término la asistencia de la Salud.

El médico está asistiendo pacientes con problemas de salud como sí fueran pacientes con problemas de enfermedad.

Desde un punto de vista de eficiencia, los costes se han disparado con un rendimiento negativo.

El problema de Salud surge con el aumento de la cantidad de vida, al recuperar enfermos que morían. Sin embargo, los Individuos que no tienen enfermedad y los que la tienen, tienen, a su vez, problemas de salud que los médicos no tienen formación ni capacidad para abordarlos.

Por otro lado, los Políticos no tienen educación ni formación para administrar "lo común", o "público" de una Población con una estructura de edades que ha cambiado de forma notoria. Ya no escribo de una Sociedad con una estructura de "tiempos de respuesta" que han cambiado de forma notoria.

Las relaciones entre Individuos Humanos se han hecho cada vez más intensas y rápidas. Estas relaciones han hecho más Sociedad y menos Población. 

Estas relaciones necesitan un periodo de educación más largo y extendido  todas las edades. Ya no se puede pensar que la Educación lo es de la Sub-Población Pre-Laboral. El cambio continuo de las relaciones impone una Educación continuada desde el estado de Pre-Concepción hasta el estado Post-Muerte.

Ya no cabe en una Educación Creadora, Pre-Definida, o Paternalista. La Educación se ha de entender como Racional, Adaptativa, o Identitaria. 

La Educación ya no es Longitudinal, sino Longitudinal y Transversal. Es decir, Espiral.

Dos planos perpendiculares solo se pueden deformar mediante el Giro y, en su estado de normalidad de Generación y Degeneración conformando una "espiral de pirámide equi-angular de Euler".

El Estado de Salud de la paciente a la que he hecho referencia es aquel derivado de una degeneración, o envejecimiento que no toma la forma de pirámide no esquí angular de Euler. Estado de Salud que es conocido como "Síndrome de Inestabilidad  de la Espalda Baja" por tener su origen en el Centro Director de Ondas, o del Hiperciclo de la Postura, intersección de los dos Sub-ciclos que lo constituyen.

Recomiendo la lectura d'Arcy Thompson "de la función y la forma" publicado, espero que recuerde bien, en 1929 y con el título que anoto.

Lo he consultado y es: Sobre el crecimiento y la forma. Publicado en 1917.

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D'Arcy Thompson, Escocia (1860-1948). Su obra, Ciencia con mayúsculas. Merece la pena, o espera, hecha para estudiarlo quienes no hayan gozado del placer de sentir la naturaleza viva en interacción con la "no viva" expresada en lenguaje matemático.

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