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12 jul 2013

¿Qué problema tiene el Hombre?

Cuando observamos un objeto, el problema eterno ha sido y es saber si se a dar a o aleja del observador.

El segundo problema, una vez conocido el sentido de su desplazamiento respecto al observador, es saber si es agresor o amigo.

El tercer problema es saber si el tiempo de respuesta del observador para evitarlo o recibirlo evita la colisión entre observador y observable.

Qué lengua ha de hablar el observador para hacerse entender por el observable culmina la decisión de establecer la relación del observable con el observador.


Las respuestas a estas preguntas no tienen la eficacia ni la eficiencia deseable.

La discrepancia entre la eficacia deseada y la obtenida se denomina "constante universal". La discrepancia será nula cuando no necesitemos de constantes universales para explicar "todo", como apuntó ya A. Einstein.

De momento, dios juega a los dados para dar respuesta a nuestras preguntas. Pero, ya hay hombres que no comparten el tablero de juego con dios.

Y, eso le gusta a dios. No le gusta a los hombres que ponen el tablero. No se explican como vivir sin ese trabajo.

Por ejemplo, saber si un individuo está metiendo o sacando aire de su pulmón es un problema no resuelto en Medicina. O, al menos, para los intermediarios de la Medicina, o Curas Médicos.

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