Cuidé de ti, mientras yo me descuidaba.
Ahora en la calle pasas ante mi
y no me reconoces.
Un pié me corté
para que pudieras andar.
Ahora sin pié me encuentro yo
y con desdén me empujas
y al caer al suelo, te ríes de mi.
Dios no te honró con la piedad.
A mi que me honró con ella,
La mano tendida siempre estará para ti.
No te apenes por el frío del camino.
No clames por mi,
Gustoso te levantaré,
Y a hombros a tu casa te portaré.
En silencio me iré.
No resucitaré.
Vive alegre y descuidada
tu larga vida.
Yo no estaré,
Ni ante tí,
Ni en tu memoria.
Desmemoriada y desdichada,
Morirás
Sin saberte
Desdichada.
Morirás,
Nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario