Sitges, mi primer maestro en Cirugía

Sitges, ha sido mi profesor de Cirugía General y del Aparato Digestivo en el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona, cuando estudiaba Medicina para obtener el Grado de Licenciado.

Cuando estudiaba Medicina, nunca pensé en hacer Cirugía y, mucho menos Neurocirugía.

Sin embargo, recuerdo el día que el Profesor Sitges nos dijo que "la experiencia y, con ella la confianza, de un cirujano era directamente proporcional al tamaño de herida quirúrgica"; es decir, cuanto más pequeña la herida quirúrgica, menos experiencia tiene el cirujano".

Tambien recuerdo que la cirugía que le preocupaba más era la apendicectomía. Y, recuerdo, que dijo, estoy mas tranquilo haciendo una gastrectomía que una apendicectomía. Y, principalmente, porque cuando hago la gastrctomía tengo en mis manos el estómago y todas las estructuras que relaciono, ya que la apertura del abdomen me lo permite. Esto no sucede cuando hago extirpo la apéndice. 

"Nunca anteponer la estética al éxito de la cirugía".

Hoy, en los informes médicos de mi especialidad leo con frecuencia que se hizo "microcirugía". Evidentemente que microcirugía de hernia discal no es herida quirúrgica pequeña. Microcirugía, o también, "mínimamente invasiva" es la "nuclectomía por vía  del agujero, formen, o rotura del anillo fibroso", no rompiendo más anillo fibroso, y frenando la progresiva rotura de éste, mediante la retracción interna  de los bordes  rotos del  mismo, mediante la desnaturalización de sus fibras elásticas con calor producido por la aplicación de corriente eléctrica o lumínica.

El uso de la endoscopía es muy limitada a hernias contenidas en el anillo y, en fase aguda. En ningún caso está indicada en las hernias del núcleo no contenidas en el anillo, o extrusadas, ni tampoco en discos degenerados.

Siempre que pienso en Cirugía, no puedo dejar de citar a mi Gran Maestro en Neurocirugía, el Profesor Doctor Neurocirujano Don Alberto Andrés Fernández Serrats, al cual no tengo nada que agradecer, sino todo que agradecer y deber. Su Memoria, necesita otro momento, el momento de respeto que me merece y, por encima, muy por encima, que le merece la Neurocirugía y Asturias.