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22 sept 2014

El receptor.














El receptor: componente dinámico que determina la "Información" o la "Comunicación" de un mensaje a través de un canal social.
Guillermina Yankelevich N.

Instituto de Investigaciones Biomédicas
México, D.F.
INFORMÁTICA, Número 30. Abril, 1979. pp: 7-16

El Canal de Comunicación Social ha planteado un reto muy importante a la teoría de la información: en tanto que en los canales físicos, el análisis de la comunicación se centra en las señales, en el canal humano de comunicación se agrega un componente de particular interés: el del significado. A pesar del interés de este último aspecto, es aún escasamente comprendido; su naturaleza en gran parte subjetiva, de tipo pisco-cultural, lo hace mucho más complejo y a diferencia de las señales físicas, es difícilmente medible.

En virtud de lo anterior resulta claro que el acontecimiento comunicación en el hombre (incluyendo la ínter individualidad y la social), no depende exclusiva ni básicamente del canal transmisor  como sucede en los sistemas físicos y aún en los biológicos a niveles inferiores de organización. En el sistema humano los dos componentes del esquema de relaciones de información, además del propio canal, participan como elementos activos: el emisor, por ejemplo, puede exclusivamente informar al receptor sobre cierto acontecimiento pero también, mediante el mismo mensaje, puede implícitamente, influir, supervisar, exhortar, recomendar, etc; el receptor a su vez se encuentra frente a un problema de desciframiento más complejo ya que no solamente se precisa conocer el lenguaje, como en los canales físicos, sino además interpretar la parte implícita; es necesario entender no solo "lo que dijo" el emisor, sino también "lo que quiso decir"

El canal-humano requiere por lo tanto una revisión y una re interpretación de los conceptos emanados de la teoría de la información, si es que ésta ha de ser empleada como marco teórico en el estudio de la comunicación humana. Existen algunos estudios en este sentido, en su mayoría dentro del área de las Ciencias Sociales que han realizado las investigaciones dentro de la Teoría de la Información (-). En ellos se ha llevado a cabo un importante esfuerzo para emplear esta teoría matemática, como un punto de partida en el estudio formal de la comunicación teniendo en todo momento presente la necesidad de revisar, ampliar y reformar algunos elementos conceptuales.

La presente ponencia se ubica dentro de este grupo de investigaciones. La tesis fundamental que aquí se sostendrá, es la existencia de dos formas diferentes de transmisión   de mensajes a través de un canal humano; a) la modalidad de transmisión de "información", donde el contenido del mensaje se denota como un "informe" b) la modalidad de transmisión de una verdadera "comunicación" donde el contenido del mensaje corresponde a un "significado".

Se postula también que las acciones que ejecuta el receptor como resultado de la recepción  de un mensaje, varían dependiendo de su se trata de una "información" o una "comunicación". En el primer caso las acciones que toma son el resultado de una "actividad pasiva" frente a la información, o, dicho de otra manera: un "informe" conduce a una actividad de tipo específico: de escaso rango de variación entre los individuos de una población y en consecuencia y en consecuencia, previsible con un alto nivel de certeza.

En el segundo caso, el receptor puede colocarse en la condición de recibir una verdadera "comunicación", postulamos que su actitud se vuelve "activa", reflexiva , y como resultado de ello realiza una acción claramente individualizada (sea una persona o una población) que dependerá del "significado" que para él tiene el mensaje que le ha sido comunicado.*

En la nueva formulación aquí propuesta, a diferencia de lo que se expresa en otros trabajos, el "receptor" pasa a constituir, el elemento esencial de la dinámica de la comunicación. Su participación activa o pasiva con respecto al mensaje determina su posibilidad de "controlar" o "no controlar" las acciones que le sugiere el mensaje. Si para él, este último sólo contiene solamente un "informe", será el emisor quien actúe  como el elemento controlador en el sistema; si por el contrario, el receptor está en condiciones de extraer un "significado" esto lo coloca en la posición de regular sus propias acciones. El sistema de tipo pasivo es ciertamente más estable; su rango de alternativas para responder a las variaciones externas es muy estrecho. Pero esta estabilidad de acuerdo con un principio fundamental de la Cibernética, se paraliza, con la pérdida de control y la incapacidad de tomar decisiones.

Los sistemas de control para los canales de "información" y de "comunicación" concebidos en este trabajo se ilustran en forma esquemática en la siguiente figura:

"En virtud de que es inevitable que los términos, información, comunicación, significado e informe sean ocasionalmente empleados a través del escrito en su contenido meramente semántico, cuando ellos se refieran a nuestra postulación concreta se usarán siempre entrecomillados".

Los dos diagramas de control planteados en a y b se centran alrededor de la actividad del receptor; ambos son de tipo activo y en su estructura general general, semejantes. La diferencia entre ellos radica básicamente en cual es el elemento que actúa como el control de la salida. En el diagrama para la transmisión de "información", el emisor actúa como elemento controlador y la referencia ("salida deseable") la constituye sus propios objetivos.

En el diagrama de flujo para la transmisión de "comunicación", el receptor actúa como el elemento controlador de sus propias acciones.. La referencia en la entrada está determinada por las respuestas que del receptor se pueden esperar debido a la amalgama de dos condiciones: su propia individualidad y el ambiente sociocultural que la modula. En este segundo esquema el emisor representa una fuente de información que actúa únicamente como un disturbio externo para el elemento controlado. En ambos sistemas existe una información que es retro-alimentada desde la salida lo que permite comparar esta última con la referencia. En los dos casos, ello afina la actividad del controlador.

La necesidad de considerar los canales humanos de comunicación como bidireccionales, (retro-alimentados) ya fue previamente planteada.

Se postula que no solamente el mensaje modifica las acciones del receptor sino que las respuestas de éste, condicionan el siguiente mensaje emitido. También ha sido sugerida la posibilidad de que las acciones  precedentes del emisor modulan las subsecuentes.

La forma de plantear los enunciados por los autores previamente mencionados sobre emisor, receptor, retro-alimentación, etc. Generan a nuestro criterio, un problema más grave con respecto a la distorsión de la realidad de la comunicación social de lo que ocurre bajo el uso de la concepción clásica de la teoría de la información. No queda duda después de diversas lecturas, que los autores generalmente adjudican al emisor el control de las acciones del receptor. El circuito de retro-acción constituye en estas formulaciones únicamente un medio  por el cual la fuente emisora , logra obtener información acerca del efecto que ejercen sus mensajes sobre el receptor.

Las hipótesis planteadas en esta ponencia emanan básicamente de los resultados obtenidos en una serie de investigaciones realizadas por nosotros sobre la comunicación con poblaciones rurales y urbanas en nuestro país ( ). En estos estudios nos hemos ocupado únicamente de la transmisión de mensajes a través de imágenes visuales, en virtud de la importancia que esta forma de relación adquiere cuando se trabaja con una población rural. De ellos hemos podemos concluir como aspecto fundamental, que el receptor se comportara activa o pasivamente frente a la información dependiendo en buena parte del "cifrado" con el cual le son transmitidos los mensajes. Es condición necesaria para que un receptor pueda adoptar un comportamiento activo, el que conozca plenamente el "código"* en el que la información le es comunicada.

* (anglicismo correspondiente a cifrado)

El cifrado, como se discute ampliamente en algunas publicaciones sobre esta investigación ( ) debe considerarse como un concepto que tiene realidad en la transmisión de imágenes visuales al igual que se le concede en el lenguaje verbal. La plena capacidad de codificación, muy particularmente en el caso de mensajes a través de imágenes visuales, requiere no sólo del conocimiento por parte de la población de los símbolos y de su –representación en un contexto conocido, como repetidamente se ha mencionado (. ) , requiere además de la plena familiaridad con lo que designarnos como el "cifrado" de las imágenes; esto es: una superestructura simbólica con un significado implícito semejante a lo que en la comunicación verbal se designa como la "pragmática" del "lenguaje". (*) Esta propiedad la "visuopragmatica" es generada por la propia población a través de la evolución de su concepción del universo lo que corre a la par con su transformación sociocultural. (**)

(*) Se define como la relación entre los signos como estímulos y la relación que provocan en la persona que los recibe. La denominación de pragmática puede abarcar: significados particulares, significados generalizados y un significado netamente abstracto ( ).

(**) La cultura puede en rigor considerarse como un cifrado del universo circundante. Es un código que se aprende y se comparte, y aprender y compartir, requiere de comunicación.


La percepción de imágenes cobra un doble interés en los estudios con la población humana; por una parte, las imágenes visuales en el momento actual son la forma de transmisión de información más generalizada y por la otra, no contamos con "descodificadores" ni traductores para los cifrados con imágenes visuales del mismo grado de desarrollo que los múltiples que se manejan, incluso en forma automatizada, para los mensajes con el lenguaje escrito.

La población puede conocer la relación entre las imágenes y los objetos en el ambiente (visuo semántica *** , por correspondencia) así como de las imágenes entre si ("visuo-sintáctica" ****); pero en el caso de un desconocimiento de la superestructura simbólica mencionada ("visuo-pragmática") las personas no logran hacer más que una recepción pasiva de la información.

Cuando el mensaje a través de imágenes es transmitido  con un código plenamente conocido, los individuos pueden optar por una posición activa. Ello implica evaluar, comparar, ponderar y reestructurar su propio acervo informacional (conocimientos) como resultado del nuevo aporte recibido. En consecuencia, el receptor puede asignar un valor a las posibles acciones alternativas que el mensaje le ofrece y puede tomar una "decisión" acerca de ellas (figura 1).

Las hipótesis planteadas en los párrafos anteriores nos inducen a hacer algunas reflexiones sobre la comunicación televisual. Los medios masivos llamados de comunicación constituyen habitualmente medios masivos de "información" que bajo el criterio aquí establecido frecuentemente logran un resultado consistente con nuestras interpretaciones; esto es, generan una actitud pasiva en el receptor que se traduce, por ejemplo, en un incremento en el consumo de aquellos aspectos acerca de los cuales se le ha informado.

La actitud frente a la información descrita en el párrafo anterior se califica como pasiva, en virtud de que reúne todos los atributos que le hemos adjudicado en la definición precedente: "conduce a una acción específica, escasamente discriminatoria, semejante entre la mayoría de los miembros de una población y previsible con una alta probabilidad de certeza".

Ya fue señalado anteriormente que para lograr una "comunicación" debe considerarse como condición necesaria el pleno conocimiento del cifrado utilizado. Sin embargo, en el caso del mensaje televisual, el dominio de la cifra no constituye una condición suficiente.

La gratificación inmediata (el entretenimiento, la acción ficticia  o sea, la sensación de participación sin necesidad de ejecución, *****, la aniquilación de la condición pensante del individuo! etc., (sobre lo cual se versará nuevamente más adelante) puede capturar la atención de la persona, a tal extremo, que aún cuando domine plenamente los tres aspectos requeridos para la percepción plena, su actitud permanece pasiva frente al mensaje.

*** Semántica: relaciones de los signos (imágenes) con las cosas (objetos).

**** Sintáctica: relaciones entre unos signos con otros (relaciones en el ambiente).
***** Mac. Luhan propone al respecto que el televidente ha tenido que modificar su actitud y pasar de la acción a la reacción.


La misma explicación precedente se aplica al hecho observado en las poblaciones rurales participantes en nuestro estudio; estas frecuentemente mostraron una clara preferencia por el dibujo de caricatura vs el de fotografía (de imágenes reales) aún cuando se constató que el código contenido en el dibujo de línea les era desconocido.*

Si como consecuencia de la discusión anterior, se acepta la posibilidad de dos formas de transferencia de información en el canal humano, resultaría de gran interés el poder diferenciar cuantitativamente el contenido de "información" en un "informe" el de "significado" en una "comunicación".

*una discusión amplia sobre la generación de distintos códigos de significación, en distintos sistemas sociales se puede encontrar en (1). Este mismo autor discute en otra publicación (2) en forma congruente con la nuestra, las diferencias en la percepción de imágenes y significados entre individuos pertenecientes a distintas clases sociales. Las personas de acuerdo con su ubicación social informan sobre un mismo suceso de distintas maneras; en cierto sentido no han visto lo mismo y en consecuencia difieren en lo que decodifican a partir de las imágenes que le son presentadas.

Sería muy osado aventurar una postulación en este sentido dentro de un escrito cuyo propósito es la exposición de una discusión teórica sobre el problema. Sin embargo, manteniendo nos dentro de estas mismas modestas pretensiones, podríamos sugerir que al igual que en la Teoría de la Información se plantea que la medida de cantidad de información en un mensaje , es función de lo inesperado o sorpresivo que éste resulta para el receptor, dada nuestra postulación, el contenido de "información" correspondería plenamente con esta definición mientras que, el contenido de "comunicación", sería una función de lo inesperado o sorpresivo que este resulta para el emisor las acciones que el receptor adopta frente a su mensaje. Esta sugerencia se aclara si recordamos que el emisor genera el mensaje, pero bajo nuestro esquema, no siempre controla las acciones que de él son resultantes.

Hasta este momento fueron discutidos tres aspectos por los cuales se plantea al receptor como componente central en el sistema de comunicación: su comportamiento activo o pasivo, la capacidad de lograr el control de sus acciones y el hecho de ser el objeto de la medida de "información" o "comunicación" en el mensaje.

A continuación emplearemos un cuarto camino para enfatizar la trascendencia del receptor en el proceso analizado. Nos referimos brevemente a las relaciones de información, en trópica y valor (vía trabajo).

Las relaciones mencionadas en el párrafo anterior se hacen más evidentes si se abordan a través de la conexión entre el concepto de de valor y los de cifrado. La codificación y el valor son aspectos de un conjunto de fenómenos semejantes. La información para el hombre está en aquello que para él tiene valor; pero igualmente el valor, es una función de lo que es capaz de percibir y de descifrar.

Establecida la relación intuitiva, coherente, entre el sistema de información  y el de valor se puede percibir en forma análoga la visión del problema como de tipo energético. Tratándose del hombre, la cantidad de entro pita negativa (producción de trabajo) incluye en el proceso al observador y su sistema de valores (en nuestro casó el receptor). Cuando una persona busca satisfacer su concepción de valor, altera los objetos externos por medio del trabajo (negué trópica); con ello logra la consistencia entre ambos. Cuando busca información, igualmente busca la coincidencia entre el mundo exterior y algo que tiene en su interior (conocimiento). En este segundo caso, logra su propósito alterando aquello que tiene en el interior de su cerebro.

La relación entre codificación de la información y el sistema de valores presenta una dificultad desde el punto de vista formal: solamente conociendo plenamente los mecanismos psicológicos del receptor y su estructura de valores se podría predecir con cierta probabilidad que acción tomaría éste frente a los mensajes. Esta nueva relación dual en el receptor parecería contener una falacia, en el sentó de que éste actúa como receptor y además como actuador, es decir: como dos individuos en los que hay dos sistemas diferentes de valores; uno de recepción (de codificación) y otro de acción. Esta aparente falacia desaparece al considerar la existencia de un elemento "decisor" dentro del receptor que en términos de costos y riesgos (valor) hará la traducción del decifrado en acciones (véase en la figura 1).

De acuerdo con la postulación de Kelvin-Plank en la que se asevera que por la obtención de información se debe pagar un precio energético (invertir trabajo) o entrópico (elevar la entropía en alguna parte del sistema), resulta que en el problema por nosotros analizado, puede plantearse que el emisor genera una cantidad de información y el receptor es quien invierte trabajo (producción, solución de problema, etc.) para extraer del mensaje un "significado" (organiza la energía).

En ambos casos el del receptor activo y el del pasivo, parte de la energía organizada es restituida al emisor (circuito de retroalimentación). En el primero, sólo una pequeña parte es la que retorna, dado que el resto la ocupa el mismo receptor en generar un "significado". En el segundo caído, el de la transmisión de un "informe" una mayor fracción de la energía que produce el receptor, en promedio, regresa al emisor ya sea que aquella, se manifieste como la acción (trabajo) que el emisor esperaba del receptor (consumo por ejemplo) o como la energía que garantiza para el emisor el mejoramiento de su capacidad de control  (retroalimentación). En este último caso, el receptor solamente dispone de una pequeña cantidad de energía que invierte posiblemente en la satisfacción de alguna necesidad inmediata.

Como resumen, de esta parte de la discusión recordamos la importante contribución de Shannon para valorar la capacidad de transmisión de información en un canal a pesar del ruido existente. Este modelo nos provee la posibilidad de discutir una vez más en forma metafórica, la importancia del receptor en el proceso de comunicación.

Lm = W log (P+N)/N

W: ancho de banda
P: poder de transmisión
N: ruido


El valor de los tres parámetros determinante de la máxima velocidad de transmisión de información dependen fundamentalmente del receptor. El caso del ruido es el más evidente: es toda aquella información que el emisor no generó. En un sistema estructural * el ruido es una propiedad del canal pero en un sistema funcional ** debe considerarse también como ruido aquello que el receptor no logró escuchar o no está en capacidad de entender.

* Canal físico de información, el cual es analizado como un conjunto de variables.
** Canal humano; analiza un conjunto de funciones.

La importancia del ancho de banda ("grados de libertad" en el canal transmisor)depende de las capacidades del receptor humano: ¿Qué es aquello que le resulta más accesible a una persona? Una transmisión televisual; una radiada o una verbal. De la misma manera se puede discutir el parámetro de poder; este depende no sólo del canal, en buena parte,motora vez del receptor: ¿Qué es para él un mensaje más persuasivo? lo que se transmite con una voz más potente o con una de escasa intensidad; con una imagen grande o pequeña; etc.

De la discusión anterior podemos destacar varios aspectos a manera de conclusiones: cuando una persona recibe un mensaje que para ella representa un "informe", su contenido lo emplea para satisfacción de sus necesidades inmediatas;  * cuando recibe un mensaje del cual puede extraer un "significado", puede optar por emplearlo en la solución de sus problemas. La satisfacción de las necesidades inmediatas (caso del consumo)es la acción correspondiente ante un mensaje frente a cuyo contenido el receptor  el receptor es pasivo y por lo mismo (debido a la energía disponible) sólo puede aspirar a la obtención de una gratificación inmediata.  La solución de un problema implica una participación de tipo productivo y en consecuencia una mayor inversión de tiempo y de energía organizada. Una intervención de esta última naturaleza, beneficiara la situación del receptor pero dentro de un plazo más largo que cuando se trata de necesidades inmediatas. Una gratificación, resulta humanamente aceptable, solamente cuando la persona tiene cabal acceso , compresión y control sobre el contenido de la comunicación.**

* Eisenstadt en un estudio sobre los procesos de comunicación entre inmigrantes de Israel, reconoce que los individuos son en términos absolutos más perceptivos a la información que les ayuda a satisfacer sus diversas necesidades.

** nuestra postulación acerca de un "plazo corto" y un "plazo largo" no guarda relación ni temporal ni conceptual con la de Katz y Lazarsfeld quienes usando estos mismos términos se refieren a cambios de opinión y actitudes en el primer caso y cambios en los valores socioculturales  (religiosos por ejemplo) en el segundo. Los mismos dos plazos son discutidos por Shram en el área de la comunicación humana pero también en términos diferentes.

Las poblaciones (receptor) adoptan la posición pasiva (del consumo por ejemplo) o activa (productiva: de trabajo) dependiendo, en una buena parte, de las opciones que les ofrecen las fuentes proveedoras de los mensajes (emisor) al enviar "cifrados" accesibles e inaccesibles. También, como ya se discutió, un satisfactor inmediato que resulté más gratificante que el provecho a largo plazo, puede convertir en pasivo al receptor potencialmente activo.

La discusión precedente referida a nuestras investigaciones , es válida tanto para la población rural  (con acceso a los medios de comunicación masiva) como para la urbana a diferencia de lo ya reportado hace algún tiempo por otros investigadores. Se trata de una problemática no dependiente del nivel educativo de los individuos. Es de esperarse un resultado semejante  si se trabajara con dos poblaciones provenientes de dos países diferentes quienes, evidentemente tampoco comparten el cifrado de imágenes visuales.

Resta por mencionar un aspecto de gran importancia que no parece tener respuesta dentro del planteamiento anterior. Parecería que el uso del mensaje contenido en un "informe" generaría una situación psico-socialmente conflictiva para el individuo: este tiene que aceptar y emplear una información que no logra asimilar en forma cabal y que es totalmente ajena a su propio acervo cultural. Sin embargo, contrario a esta consideración lógica, podemos constatar que el usuario de los mensajes de tipo "nformacional aumenta día con día aún en las poblaciones geográficamente remotas.

El hecho mencionado, aparentemente contradictorio, es explicable al interior de la misma postulación. Es claro que el objetivo inicial perseguido por un individuo (receptor) al reflexionar sobre un mensaje, es el de obtener una sanción tanto social (cultural) como individual (psíquica) sobre la legitimidad de su contenido.

En el momento actual, y a medida que el hombre se ha venido exponiendo inevitablemente a la carga de mensajes "informadores", aparentemente los contenidos han dejado de requerir el sentido de la sanción mencionada. El propio "medio de comunicación", implícitamente, ha asumido el papel de legalizado social. De esta manera los mensajes recibidos a través de ciertos medios de comunicación, socialmente acreditados, conllevan automáticamente la legitimación y aprobación de la información sin necesidad de atravesar el filtro adicional.

Prueba de ello son las reglas empíricas empleadas en los medios de comunicación sobre la necesaria repetición del nombre o la imagen de un producto para que este sea aceptado. Este valor de "óptima redundancia" permitida en un mensaje , corresponde posiblemente al umbral de aceptación individual de que la legitimación social de un mensaje ha sido lograda. Esta consideración postula  el requerimiento de lo que podríamos llamar una "masa crítica" de personas involucradas en el proceso; esto es: un nivel de redundancia * individual en la aceptación de un valor poblacional.

* un amplio tratamiento sobre redundancia en los mensajes televisual es puede encontrarse en 13.

Es pues, la contribución más importante de un medio masivo de comunicación el "garantizar, implícitamente, al receptor que la masa crítica que genera el consenso social, ha sido alcanzada". La dinámica del fenómeno de reclutamiento individual que conduce a la implantación de los valores a nivel social es aún un proceso desconocido. De hecho, si supiéramos las leyes que explican  como los valores individuales se universalizan, se tendría entre manos una teoría general sobre la organización sociocultural.

Es importante señalar que no obstante, el poder social aquí atribuido a los medios de información como transmisores de "informes" estos medios por sí mismos, no han logrado penetrarla esfera del "uso productivo de la información". El desempeño activo de la población en la solución de los problemas como por ejemplo, la participación en la generación de su propia salud, (diferente del consumo de recursos en salud) el de la determinación de su nivel de fecundidad (diferente del consumo de anticonceptivos) entre otros, requiere de la intervención plena de las potencialidades desarrolladas por el hombre en el proceso de comunicación, esto es:.la extracción y generación de un "significado" de los mensajes recibidos. Esta conclusión, obtenida a partir de nuestros estudios concretos con imágenes visuales, es posible que sea generalizable a muchos otros aspectos que dependen de lo que hemos denominado en este escrito, como una verdadera "comunicación"; la única que en sentido estricto debiera calificarse como comunicación humana.

Referencias
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2. Así y, W.R. Design of abrain. Wikenhsusser, Nueva York, 1952.
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4. - Physical Determinants of the Judged Complexity od shapes. Journal Journal of Experimental Psychology 53,4: 221-227, 1952
5. - Application of Information theory to Psychology. Nueva York: Henry Holtand Co; 1959
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7.- Barenastein B. Linguistic Codes, Hesitation Phenomena and Intelligence. Language and Speech 5:31-46, 1962.
8. - Códigos elaborados y restringidos: sus orígenes sociales y consecuencia. En Smith A. (Como.) Comunicación y Cultura III.Semántica y Programática..Ed. Nueva Visión, 1977.
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10.- Oliveira, C.A. Estudio sobre la comprensión de mensajes emitidos por la combinación de grabadora y serie de diapositivas a un público campesino. Tesis presentada para obtener el grado de Maestro en Ciencias.E.N.A. Chapingo, México, 1972.
11.- Eisenstadt, S. Communication Systems and Social Structure. Público Opinión Wuarterly 19:153-167, 1955.
12.- Fonseca, L. Y B. Karl, Comprehension of Pictorial Symbols: an Experimental in Rural Brazil, Department of Agricultural Journalism, University of Wisconsin, USA. Bulletin 39:, 1960.


13. Grover

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