Los catalanes ni los españoles gimen; son hombres de bien.

Cataluña no clama. Los humanos que habitan la tierra de Cataluña, no lloran, no gimen, pues ellos no temen. 

Quienes gimen en nombre de Cataluña, son los que temen a que se les quite su máscara de leales a quienes no gimen, que son los leales a Cataluña.

Gimen los que se cubren su cara con la máscara de leales a Cataluña y leales a España. Ni España ni Cataluña llevan máscara de leales, porque son Cataluña y España, España y Cataluña.

Si gürtel y banca catalana no estuvieran presentes, Cataluña y España seguirían siendo Cataluña y España.

¡Arranquemos la máscara de Cataluña y de España y, con ello, veremos los rostros de Banca Catalana y Gürtel, los locos que se dicen Cataluña y España.

No son tiempos de Carnaval ni de festejo a Doña Cuaresma, reventada por la lujuria.

Doña Cuaresma no es una, sino dos orondas: el presidente de Convergencia i Uniò,  Más, y de Partido Popular, Rajoy. Su lujuria les está acercando a reventar, pero no enmierderan  a los  catalanes y españoles leales y fieles a los suyos, o que con su hacer diario han hecho y seguirán haciendo Cataluña y España, muestra de su orgullo, del. Orgullo que supone el ir por la calle sin máscara alguna; esos locos,  que así nombran aquellos que cubren sus rostros con las máscaras de la sonrisa y complacencia del ignorante individuo humano reptante en el estiércol del estanque de la Evolución donde no hay cisne negro alguno al que mirar, sino blancos sin mirar.