Recomiendo la lectura del artículo que hoy se publica en El País por parte de José Luis Martínez Campuzano (estratega de la Citi en España) y titulado "Rentabilidad y confianza" (pág 28, 01-12-13).
Es evidente que hemos de introducir una asignatura sobre estado, Mercado y Relaciones Internacionales en la Enseñanza General Básica Continuada (menos de 25 años, de 26-60 y 60-90 años); los continuos cambios en el Conocimiento, y con ello en el Saber, exige una Enseñanza General Básica Continuada. La enseñanza hasta los 25 años, no hace posible la Adaptación al Cambio Continuo en el "mercado del saber" derivado del creciente Conocimiento, intensivo y extensivo.
El Saber Individual adquirido en los primeros 25 años (enseñanza básica-enseñanza universitaria) tiene una "vida útil" que no llega a 25 años, por lo que de no hacerse una enseñanza con carácter continuado durante la vida total (pre-concepcional a post morten), el Individuo Humano no se integra y/o se excluye de la Sociedad.
Esta nota la hago dirigida, particularmente, a mi hijo-sobrino Augusto Díaz-Ordóñez, licenciado en Economía. Al estar finalizando la licenciatura le propuse la realización de una Tesis a doctoral dirigida a que la Seguridad Social se ligara a la "adquisición de Deuda del Estado", siendo esta la "pensión tras la jubilación laboral" y "Asistencia Sanitaria" (Salud, o ayuda a la Salud, y Enfermedad, o Reinserción Social).
Bueno, otro día haré anotación sobre este concepto nuevo de Seguridad Social, adaptado al concepto de Individuo Humano y Sociedad Humana venido por evolución de aquel tenido en el Siglo XX, y de este venido del siglo anterior, ...
Hago copia del artículo para que así pueda ser leído en familia por toda la familia y, posteriormente, discutido con el ánimo, o fin de ser útil para comprender el "enmarañado estado de la Sociedad actual"; enmarañado, aparentemente, ya que es fácil destejer la madeja.
Rentabilidad y confianza
José Luis Martinez Campuzano
1 DIC 2013 - 00:32
(Es preocupante el menor peso en las compras recientes de nuestros socios europeos)
Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar… Admito que ha sido pensar en el movimiento de ida y vuelta de los inversores internacionales en deuda española y venirme a la cabeza esta poesía de Gustavo Adolfo Bécquer. Deben saber que en Latinoamérica denominan a los flujos de capital internacionales de corto plazo como “capital golondrina”. Pero la denominación no es del todo exacta en el caso de la deuda pública (y privada) española. No lo es porque las ventas internacionales de deuda española desde finales de 2011 fueron resultado del pánico (irracional) y su recompra posterior iniciada en agosto de 2012 simplemente su normalización. Por cierto, una vuelta aún no completada.
Veamos algunos números. A finales de 2011 los inversores no residentes poseían más de 240.000 millones de euros en deuda del Estado, algo más del 50% del total de deuda a medio y largo plazo. En agosto de 2012 la cifra anterior se había reducido a 170.000 millones, apenas un 34% del total. Con el último dato publicado en septiembre de este año, la deuda del Estado en manos de inversores internacionales superaba los 207.000 millones. Pero, sin variar mucho el porcentaje último anterior. ¿La razón? Entre 2011 y 2013 la deuda del Estado ha aumentado en 120.000 millones y en el último año el aumento ha superado los 80.000 millones. ¿Qué quién ha comprado la diferencia? A finales de 2011 la banca española tenía una cartera registrada de deuda de 76.000 millones (el 16,29%) y en este momento supera los 198.000 (el 34%). Muchos hablan de una “nacionalización” de los mercados de deuda europeos, pero para mí simplemente es una cuestión de seguridad y rentabilidad.
Pero es cierto, siempre nos quedará algo de duda sobre la solidez de las compras actuales de deuda por los no residentes. Sin duda, la mayoría de estas adquisiciones son la mejor prueba de la recuperación de la confianza de los inversores internacionales hacia España (una muestra reciente es la modificación de S&P a perspectiva estable). Pero, es evidente, también han podido buscar una rentabilidad relativa atractiva en un mundo, el actual, de tipos de interés nulos. Y con la garantía que para muchos supone que el Banco Central Europeo (BCE) se haya comprometido a mantener la unidad del euro. ¿Entienden ahora la fortaleza de la moneda? Al final, es el precio a pagar para mejorar las condiciones de financiación del sector público. Y de las propias entidades financieras y grandes compañías. Con el tiempo, esperemos, también de la pequeña y mediana empresa. Recuerden que en el último año y medio el tipo de interés medio pagado por la deuda del Tesoro, de corto y medio plazo, se ha reducido en más de un cuarto de punto, hasta el 3,76% en octubre. En estos momentos la duración media de la cartera de deuda es de 6,3 años, relativamente estable en los dos últimos años.
Es preocupante el menor peso en las compras recientes de nuestros socios europeos. Sin embargo, pese a todo lo anterior, hay algo que me inquieta. Y reconozco que, por el momento, no veo muy claro cómo corregirlo. Me refiero a la fragmentación del mercado de financiación europeo que tan activamente está combatiendo el BCE. La forma más clara de entenderlo es referirse al coste de financiación, que en deuda soberana es más de dos puntos por encima de la financiación del Tesoro alemán. Bueno, en el momento más álgido de la crisis financiera reciente la deuda del Estado llegó a pagar casi seis puntos por encima de su equivalente alemana. Pero hay algo más: el menor peso ahora de nuestros socios europeos en las compras recientes. Y no ocurre solo en España. Hace poco el responsable del Tesoro italiano admitía que un porcentaje importante de la compra de su deuda por los no residentes correspondía a norteamericanos. Hay mucho camino por recorrer para superar la crisis del euro. Es importante no olvidarlo.
Ya que hace referencia a Gustavo Adolfo Bécquer, traigo aquí su poesía,y lo hago en recuerdo de agradecimiento de mi maestra en Lengua y Literatura Castellana Doña Angelita Oran que tanto hizo por mi formación y educación, desde que nos conocimos en el 2ºC del Instituto Alfonso II de Oviedo.
No sólo soy yo el que tiene su recuerdo de agradecimiento, sino todos sus alumnos, como hace unos días se hizo manifiesto en la reunión de alumnos del Curso Pre/Universitario.
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