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8 dic 2013

El caso del hijo registrado antes de nacer.

En una ocasión es traída a Urgencias del Hospital una mujer que dicen de ella quienes la acompañan, es la madre del recién nacido que lleva en sus brazos.

Les preguntó cuanto tiempo hace que ha nacido: el tiempo que lleva venir de "tal sitio" donde parió.

El niño llevaba, probablemente, más de 24 horas nacido, según la exploración que le hice.

pedí a la madre colocarse en la camilla para hacerle exploración de genitales. Inicialmente me dijo que no hacía falta, que estaba bien. La mujer que la acompañaba, me refirió que ella la había atendido y ya estaba "lavada". Bien, le dije, tengo que explorarla.

Tras negativas, les dije que tenían que llevar el niño para casa, pues estaba bien. Ellos insistieron en dejarle ingresado. Así se hizo y, al día siguiente fue inscrito en el Registro Civil.

La mujer que lo traía en brazos, probablemente era su madre. Sin embargo, la inscripción en el Registro Civil se hizo con el nombre de otra mujer.

Aquel suceso hizo tambalear mi concepción de la Justicia. Y, me hizo estudiar la estructura del Registro Civil, del procedimiento de registros de nacimiento y muerte. Ha sido el origen de mi compulsiva obsesión por la identidad e identificación.

En aquellos días pensé que la condición testamentaria de acceder a una herencia basada en la edad del heredero, o del legatario, era fácilmente manipulable.

Unos años antes conocía que un individuo, del que se sabía no podía tener hijos, había tenido uno (luego tuvo dos más). Y, a la vez, había accedido a la herencia sin que su "hijo" hubiera cumplido la edad de 15 años exigida en el citado testamento.

Luego me entero que el citado niño había sido registrado en una ciudad diferente a la que había venido al mundo.

Mi padre me mantenía informado de los hechos. Lo hacía por carta y por teléfono, mientras yo me encontraba haciendo estudios en Barcelona.

Me preocupé poco del asunto hasta el momento que tuve el caso referido. Esto hizo que recabase documentación que guardaba en cajón armado y que cuando me robaron, abriendo la alarma y simulando la entrada a la casa por medios violentos, no localizaron, o el inesperado regreso a la vivienda por mi parte impidió llegar a la documentación buscada al haberse embelesado por el dinero encontrado inesperadamente por los dos ladrones enviados a cometer el robo.

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