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1 sept 2014

La Cadellada Bermeja



De "La Cadellada Bermeja", dedicada a mi sobrino Augusto.

Cuando se hicieron los programas informáticos del Proyecto RIMA, a su conjunto le denominé DS 2000. Si en la documentación escrita DS Era el acrónimo de "Desarrollo Sostenible" por el motivo del proyecto, sin embargo, después de haber encontrado estupefacción troqué en decir que era el acrónimo de "Documentación Sanitaria" que resultaba "familiar" y, por ello, no se manifestaba excepticismo, o grijo en el camino.

La primera vez que dije "desarrollo sostenible", se me dijo "que coño tiene ver". Los que ya habéis leído algo de Guillermina Yankelevich, es probable que os resulte más significativa la primera identificación.

¿Cómo hacer un desarrollo sostenible de la asistencia médica, cuando la "historia clínica" no lo es?. Acá, en Asturias de Oviedo, se dice que se "blinda" la historia clínica del hospital de La Cadellada. ¿Acaso esta expresión es sostenible con el concepto de comunicación?

Bueno, dejo acá el hablar del absurdo hacer del ignorante para el receptor de su manifestación.

¿Quien sabe el origen del color "rojo"?. La naturaleza "se pone roja" para "advertir" a su depredador que es tóxico y, por ello, que evite "meterse" con "ella".

LOS ENFOQUES DEL DESARROLLO SUSTENTABLE
Lissette Bustillo-García y Juan Pablo Martínez-Dávila

Resumen
En este ensayo se examina cómo los enfoques economicista y ecológico han influenciado la perspectiva occidental de cómo hacer ciencia, política e incluso el funcionamiento de la sociedad. El primero de ellos busca el bienestar social expresado en crecimiento económico y el segundo lo hace fundamentado en el sostenimiento de los recursos. Las contradicciones del desarrollo sustentable (DS), así como los resultados a veces negativos de su aplicación, han sido atribuidos a la falta de vinculación entre los aparatos científico y político, a la falta de integración en la evolución de las diferentes líneas de pensamiento y a los enfrentados intereses de los diferentes actores (gobierno, científicos y sociedad). Por ello, analizar el DS desde cada espacio de acción se erige en un reto para cambiar concepciones de la realidad, conciliar esfuerzos y negociar acciones. Partiendo de esa premisa, se esboza una propuesta en el marco de una reflexión en la que se discute una concepción de la realidad basada en la interacción sociedad-naturaleza, donde ambas partes se imbrican en una complejidad dinámica. Se plantea que el DS es función del establecimiento de políticas con base en aportaciones del aparato científico-tecnológico, de la determinación de capacidades y oportunidades de la sociedad misma, y de la capacidad de negociación entre las partes, lo que constituiría un eje de gobernabilidad sociedad-gobierno.

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