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5 ene 2016

El Bastardo


Hoy, alguien dijo algo que manifestaba ignorancia, por lo que le recomendé leer este libro.





El Bastardo
Alberto Irigoyen
En la vieja anteiglesia de Lumo, en la falda oriental del monte Kosnoaga, don Tello fundaba en 1036 la villa de Gernika. En ella, al abrigo de sus robledales, los habitantes de Bizkaia se reunían desde tiempos inmemoriales para debatir los comunes problemas del Señorío. Tiempo más tarde, estas primitivas asambleas vecinales se trasladaron a la ermita de Santa María la Antigua, eligiendo como símbolo de sus leyes y libertades un solitario roble.


Ya en 1476, cuando el rey Fernando el Católico compareció ante las Juntas Generales de Gernika para prestar juramento como señor de Bizkaia, los junteros le recordaron que el fuero que juraba, basado en los usos y costumbres de los habitantes de la provincia, había tenido su origen en una época tan lejana que los hombres no conservaban en su memoria.

Hacia 1452 , se resuelve dejar constancia escrita del Fuero que hasta esa fecha, venia siendo transmitido de forma oral. En ese documento, sus redactores consagraron la más completa soberanía de un pueblo que proclamaba sus propias leyes, nacidas al libre albedrío de sus pobladores, según ellos las quisieron o Dios les hubiera dado a entender. Desde siempre, ese Fuero había regido su destino, y en su enconada defensa, habían dado sus vidas.


La villa de Gernika y su roble eran pues, el símbolo de las libertades vascas. Libertades por las que ese pueblo indómito estaba dispuesto a luchar hasta el martirio. Y precisamente por esas razones, el martirio había llegado desde el cielo.  
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