La envidia

La envidia

Pedro Schwartz

ABC, 20-07-15

Para muchos españoles, la envidia es el vicio nacional por excelencia, pero la verdad es que anida en las raíces de la naturaleza humana y ha tenido mil manifestaciones en todos los tiempos y lugares, desde los celos homicidas de Caín por parecerle que Jehova prefería a Abel hasta el odio al judío comerciante y banquero en la Alemania nazi. Es tal la fuerza destructiva de la envidia que son muchos los que, poniéndose la venda antes de la herida, imploran perdón o incluso sienten vergüenza pir las ventajas que la vida les ha concedido, cuando su buena fortuna no ha sido a costa del mal de nadie, sino que la gan heredado legítimamente o la han alcabzado por su ingenio, esfuerzo y suerre.Incluso el alma más generosa puede sentir un leve puntazo de amargura a la vista de la fortuna ajena. Por ello, como bien dice Helmut Schoeck, es necesaria continua vigilancia personal y comunal para evitar la extensión de la envidia, disimulada bajo apelacoones moralizantes, como la "justicia social", la "responsabilidsd social de la empresa", la "redistibución de la renta y la riqueza", la crítica del "consumismo", la cobdena del"lujo" o la denuncia del "obsceno trenbde vida" de los millonarios".

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