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28 may 2012

El Cereal creó la Civilización

El Cereal creó la Civilización.


Toda Civilización tiene un cereal como Alimento estratégico en el mantenimiento de la estructura de cohexión social (suena mejor que poder, o liderazgo).

La estructura de cohesión social primaría es la Iglesia, basada en el concepto creacionista de Dios e instrumentada por el Temor frente al Dolor, cuya expresión máxima es la desaparición, o Muerte.

El Hambre se entiende como expresión de anticipación de la Muerte. Ante el Temor de su cercanía, el Indivíduo Humano actúa  con Resignación, entendiendo que es Mandato de Dios, y, por ello, no tiene posibilidades de modificar ese Destino  Marcado por Dios y, alimentado, por sus Rabinos, o Maestros, depositarios de la Verdad que les ha revelado el Creador; de la Verdad. 
Las Personas, aquellos Individuos Humanos que se comunican entre sí y generan la Verdad, no se inhiben ante el temor al Hambre, sino que se rebelan, actuando frente a ella, buscando soluciones. No se conforman con la Verdad Revelada. Se revuelven contra el Poder de Dios, produciendo cambios en la estructura social, comenzando por apartar a los que no tienen solución.

Periódicamente el Cereal no produce el fruto suficiente, por lo que el Individio Humano atemorizado se revela ante el señor que no le resuelve y, lo hace  merced a la capacidad que tiene para comunicarse entre sí, generando un Indivíduo Nuevo, o Sociedad Liberada de su condición de Indivíduo.

El señor, intermediario, o beneficiario, entre la Verdad y la Razón, diseñó una estrategia para conservar su "papel". Diseñó el "ensilamiento" del Cerebral, reconocido como el causante de su temor a perder su poder de intermediación.

Así nació el Silo de Cereal. 

Como el Intermediario no tiene Inteligencia, una Persona Mercenaria, o Caín, le dió la solución.

Si cada cinco años hay una plaga que impide la producción del Cereal causante de la caída en la desdicha de vos, mi señor, convenzamos a sus vasallos a producir una quinta parte más de la necesaria en los años de abundancia, se la pagamos a menor precio porque sino se les pierde. La guardamos y, se la revendemos el año que tengan plaga (que tengan) a un precio mayor que aquel que le dimos al comprársela. Con ello, Ud., mi señor, se enriquece gracias a su trabajo y, a la vez, no se revelan contra Ud. Todo lo contrario, le adoraran como hijo de Dios, al reconocerle como su salvador  de su muerte.

Vaya, no sé si estoy describiendo al bíblico José, o al cuasi-bíblico Rajoy. Hemos cambiado el Trigo por los Recortes.

Continuaré con lo que pasó en los años cuarenta cuando las plagas son controladas y se encuentra que el Silo ha de seguir siendo explotado. Ahora, curiosamente, no para evitar el hambre y, con ello, evitar la muerte. Ahora el Silo será utilizado para crear enfermedades y, con ello el temor a la muerte, por lo que durante toda la vida del Indivíduo Humano se le puede obtener beneficio de ese temor. Solo hay que diseñar una estrategia para que el Indivíduo Humano siga creyendo en los intermediarios de Dios. 

El instrumento fundamental es el de hacerle creyente y no opinante. Hay que evitar su Formación y Esucarle en el Recto Camino.

Bueno, más tarde sigo. Me tengo que ir.


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