Que no te besen. Pide que te besen.

Los ritos son gestos de reconocimiento necesarios. Cuando estos gestos se hacen sin conocer su significado, llevan a la des-información (en sentido estricto de este término, según Guillermina).

Mientras desayuno estoy leyendo un diario de difusión que me hizo recordar la teoría de la desinformación. Lo ha sido por las maniobras de distracción de la perdiz del Partido Popular. También me hace recordar La Caza y La Escopeta Nacional.

He mirado el gesto del beso nada estructurado y, pensé hacer la nota que sigue sobre el mismo.

A Agustito muchas cosas le dijo su abuela. Esta que sigue, también.

Que no te besen. Pide que te besen.

El que besa sin pedírselo, miente. Miente para robar, es el que envidia.

El que pide que se le bese, desconfía. Es en prueba de lealtad.

El beso es en las mejillas, en muestra de reconocimiento, de amistad. Deposita su ánimo, su aliento, su alma, su ánimo, su aire.

El beso en la boca es manifestación de envidia y traición. Le roba su ánimo, su aliento, su alma, su aire.

El beso no es amor.

El amor no se ofrece, no se promete, no se da, no se manifiesta, no se hace público, no se comparte. El amor no se pide, no se espera. El amor se siente, no se manifiesta, no se hace público, no se comparte.

El beso de la sierpe, el beso del envidioso, del ladrón, viene representado por el mito del beso de Judas.

El beso no es racional, no es propiedad de la Persona. El beso es propiedad del creacionista, de aquel nombrado y no del que viene de.

Desde la Revolución Francesa, desde que el Hombre se dotó de una Dieta por escrito, y se despojó de la Dieta impuesta por Dios, el beso se prohibió al considerarlo una acción de sumisión al Señor, o Amo. Se prohibió darlo sin pedirlo. Sin pedirlo como muestra de lealtad.

la mano derecha se ofrece, la mano izquierda la acepta. Ambas se aprietan como manifestación de alianza. Y, se completa la alianza colocando la otra mano sobre el hombro, en manifestación de no ocultar temor de ser traicionado.

Este estrechar la mano, se refuerza con el beso en ambas mejillas y dar por concluido el rito apretando el pecho al otro, besando con el corazón, depositario de la bondad del sentimiento tenido por el otro.