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26 may 2013

Somos. No venimos, estamos ni vamos. El espacio lo creamos.


Dice Charles Darwin,

»Reflexionando sobre estos hechos y comparándolos con otros del mismo orden, parecióme verosímil que las especies vecinas fuesen la posteridad de una forma progenitora común. Pero, durante muchos años, me fué imposible comprender cómo una forma tal se había podido adaptar á condiciones de vida tan distintas. Apliquéme, por lo tanto, á estudiar sistemáticamente las plantas y los animales domésticos, y, al cabo de algún tiempo, ví claramente que la influencia modificadora más importante residía en la libre elección del hombre y en la preferencia de individuos señalados para propagar las especies. Como había estudiado el género de vida y las costumbres de los animales, estaba suficientemente preparado para formarme una idea exacta de la lucha por la existencia, y mis trabajos geológicos me habían hecho concebir la inmensa duración de los tiempos pasados. Habiendo leído entonces, gracias á una feliz casualidad, el libro de Malthus, sobre el «Principio de la Población», se presentó á mi espíritu la idea de la selección natural. Entre los principios de segundo orden, el úl timo, cuyo valor supe apreciar, fué la significación y las causas de la divergencia.».

No puede pasar la vida sin leer "El origen del Hombre". Si leer esta obra no se puede entender temas en supuesto debate hoy. Entre estos, temas como la concepción y la anti-concepción, el aborto, la educación, la salud y la enfermedad, la religión y la política, la astrofísica y la nutrición, la palabra y el amor. No es posible. O, para ser preciso y no pretencioso, no los puedo entender.

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