Mis recuerdos
Un día duelos primeros años noventa llegué a la cafetería del Hospital General de Asturias, que aún estaba en la primera planta y era regentada por Paco. Era en la mañana.
Allí me encontré con Andrés Rivas, o Ribas, anatomopatólogo y que era Jefe del Servicio de Anatomía Patológica; anatomopatólogo y jefe de Servicio, digo bien.
Me preguntó, mientras sorbía el café mirándome con los párpados forzados hacia arriba,
¿qué es lo que estás haciendo?.
Le respondí, estructuro toda la historia clínica, con lenguaje común a todas las especialidades médicas y la administración. Quiero presentar al Hospital General de Asturias a Tesis Doctoral. Es mi deseo que tenga denominación de "universitario".
Presentará su Tesis Doctoral ante un tribunal universitario.
La tesis será la del "individuo hospital", no será el hospital resultado de la suma de Individuos Humanos, será manifestación de la interacción de todas las Personas que lo constituyen, será su producto. De las personas, no de los médicos, sino de aquellas que se encargan de la Información, Limpieza, Asistencia, Admisión, Contabilidad, Compras,...
Me dejó con la palabra y me refirió que se tenía que ir.
Ha sido y es una tesis hermosa. La información está estructurada que ha sido y puede ser informatizada.
La ignorancia ha hecho que se reincida en la ofimatización, o almacenamiento de datos.
Estoy observando que el nepotismo de aquellos años, insiste en vender ofimática al ahora dado en llamar hospital universitario, cuando sigue con los criterios sumatorios, o de ensalada, que fueron llamadas "ciudades sanitarias".
¡Hay que estudiar!. No es momento de ocurrencias revueltas en una ensaladera con monitores.
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