... No seas enfermo de médico.

El ladrido de mis dos perras me despierta. Con esfuerzo consigo mirar la hora. Son las dos de la madrugada. Está frío. La televisión reiterativa con las lecciones periodísticas recitadas habla del pensamiento expresado por el Presidente del Ejecutivo de España que, continúa hablando de Caín como padre de las desgracias de la España que él ha heredado.

¡Pobres Españas!.

Las perras siguen ladrando. Salgo. Dos hombres saltan la puerta de entrada.

Esta vez, no tienen a nadie que les abra desde dentro.

Bueno, esta vez no lo sabia y por eso que no les dejé comida.

España, Democracia Niña, no seas utilizada como motivo de enfrentamiento entre tus padres, las dos Españas.

 "¡Dios quiera que no riñan en ti dos sangres!", ... "No seas enfermo de médico".

Harto de tanto odio, de tanta envidia, te digo Isabel que nunca podré decirte  cuáles han sido mis verdaderas intenciones. Sí digo que te he sido sincero, aunque sabiendo que era cruel contigo, e implacable. Y quiero seguir siéndolo por ser una parte de esta España entre los dos concebida en incestuoso acto querido.

En mi recuerdo de Abel Sánchez, obra que hizo mella en mí, don Miguel.

Entiendo que es momento para leerse esta obra de Miguel de Unamuno.  Yo lo hice y lo rehago junto con el Anticristo  y El nacimiento de la tragedia, de F. Nietzsche, junto a las obras de M. De Unamuno Nivola y Del sentimiento trágico de la vida.