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20 jun 2013

Criadillas

 Desde la mañana,  tras haber desayunado una "tortilla de criadillas" (le pregunté a su esposa, ya que él estaba en coma subcortico/diencefálico anterior) el paciente comenzó a tener dolor de cabeza y, progresivamente, ha ido perdiendo nivel de conciencia. Llamado su médico de cabecera lo envía al Hospital General de Asturias, con carácter de urgencia.

Recibido por mi, el paciente está en coma, con "Nivel de Integración Funcional" (NIF, decía yo cuando aún Hacienda no lo utilizaba) subcortico/diencefálico anterior. Ventilación oral con abundante salivación fluida. Hipertensión Arterial y frecuencia cardíaca  lenta. Se procedió a la intubación oro-traqueal y aspiración bronquial.

Se le hizo ventrículo grafía mediante fresa pre-coronal derecha y la inyección intraventricular de contraste yodado a nivel del agujero de Monro. La realización de RX en  permitió observar el desplazamiento anterior y lateral izquierdo del IV Ventrículo. Con la sospecha de hematoma cerebeloso se intervino quirúrgicamente evacuándosele tras craniectomía Suboccipital derecha y hemilaminectomia C1 derecha.

La anécdota es la siguiente.

Estaba Tito Iglesias, el Dr. Iglesias,  de anestesista y la enfermera instrumentista de guardia, que no recuerdo.

Estando haciendo la hemostasia del lecho quirúrgico mediante "bolas" de algodón impregnadas en agua oxigenada comprimidas con el dedo, tras el aspirado del hematoma hecho a través de una gasa, bruscamente aprecio un cambio de luz en el campo quirúrgico. Miro hacia la lámpara e instintivamente con mis manos la sujeto; ¡la lámpara se desprendió!. A la vez Tito me ayuda y, junto con la enfermera retiran la mesa con el paciente, mientras Atlas Augusto sostiene con su cabeza y manos la lámpara.

Sobre el suelo dejo la lámpara y terminamos la intervención con la luz ambiente. Llevamos el paciente a la Sala de Reanimación. Tras colocarlo en elevación toraco-cefálica lineal a 30 * , nos sentamos y comenzamos a hablar del suceso. Hasta entonces, no habíamos movido nuestros labios, yo sangraba por mi labio inferior y me tumbaba en el suelo con la parte posterior del muslo y pantorrilla izquierda sin sensibilidad y con fuerte dolor; una hernia discal L5/S1 que aún hoy someto mediante potenciación paravértebro-abdominal.

El paciente, dos meses después era dado de alta del Hospital con independencia en la marcha y diplopia por parecía del recto externo izquierdo que en los meses que siguieronse resolvió.

Era carnicero, bajó de peso, se le controló la postura y, con ella, la hipertensión arterial. 

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