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9 jun 2013

Jehú, la Mentira.


"Y el ejemplo de Jehú buscando, mediante impías mentiras y sacrificios sacrílegos, a los hombres sacrílegos e impíos para matarlos, no lo imitarían aunque la misma Escritura hubiese callado sobre su modo de ser. Pero, cuando se nos dice que no tuvo un corazón recto ante Dios, ¿de qué le sirvió el haber recibido la recompensa pasajera de un reino temporal, como premio a su obediencia en exterminar totalmente la casa de Acab, en la que exhibió un enorme afán de dominio? 7 Por tanto, hermano Consencio, te exhorto a que defiendas la verdadera doctrina de los mártires y te invito a que no seas doctor de la mentira, sino maestro de la verdad frente a los mentirosos. Presta atención a mis palabras, por las que te insto vivamente a descubrir con cuánto cuidado se debe huir de esa postura de que me hablas para descubrir, corregir o evitar a los herejes, pues el celo es, ciertamente, laudable, pero la doctrina es incauta e imprudente."

Contra la mentira
San Agustín 


El mentiroso nace, viene de. El mentiroso no se hace.

El mentiroso no es educable, pues las bestias no son educables, sino domesticables. Sólo comen las migajas que le caen al señor. Y, del humus del Señor come el mentiroso.

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