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20 ago 2012

Mío Cid. MIa Sociedad España.


Es momento de reflexiva lectura cognoscente, que no sapiente, del  POEMA DEL MÍO CID, por aquellos que tuvieron por defensor de sus marcas de la Europa que hoy aclaman de Carlos I, por los suyos apodado el Grande Y que por él mintieron al cambiar la derrota por la victoria, a quién en su pecho llevaba escrito, divhomy hecho, aquello que reza así: ante espada corta, un paso más. Ante una dificultad un esfuerzo más.

Leamos, pués.





El Cid convoca a sus vasallos; éstos se destierran con él.
Adiós del Cid a Vivar.
(Envió a buscar a todos sus parientes y vasallos, y les dijo cómo el rey le mandaba salir de todas sus tierras y no le daba de plazo más que nueve días y que quería saber quiénes de ellos querían ir con él y quiénes quedarse.
A los que conmigo vengan que Dios les dé muy buen pago; también a los que se quedan contentos quiero dejarlos. Habló entonces Álvar Fáñez, del Cid era primo hermano: "Con vos nos iremos, Cid, por yermos y por poblados;
no os hemos de faltar mientras que salud tengamos,
y gastaremos con vos nuestras mulas y caballos
y todos nuestros dineros y los vestidos de paño, siempre querremos serviros como leales vasallos." Aprobación dieron todos a lo que ha dicho don Álvaro. Mucho que agradece el Cid aquello que ellos hablaron. El Cid sale de Vivar, a Burgos va encaminado,
allí deja sus palacios yermos y desheredados.
Los ojos de Mío Cid mucho llanto van llorando;
hacia atrás vuelve la vista y se quedaba mirándolos. Vio como estaban las puertas abiertas y sin candados, vacías quedan las perchas ni con pieles ni con mantos, sin halcones de cazar y sin azores mudados.
Y habló, como siempre habla, tan justo tan mesurado: "¡Bendito seas, Dios mío, Padre que estás en lo alto! Contra mí tramaron esto mis enemigos malvados".
2
Agüeros en el camino de Burgos
Ya aguijan a los caballos, ya les soltaron las riendas. Cuando salen de Vivar ven la corneja a la diestra,
pero al ir a entrar en Burgos la llevaban a su izquierda. Movió Mío Cid los hombros y sacudió la cabeza: "¡Ánimo, Állvar Fáñez, ánimo, de nuestra tierra nos echan, pero cargados de honra hemos de volver a ella! "

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