Soy Cristiano Católico y Médico.

Me gustaría que llamaseis al cura.¿Porqué?, me preguntó quién lógicamente no me conocía.

Así fué como me expresé al llegar al Hospital Monte para iniciar mi rehabilitación,  tras haber tenido un accidente vascular unos cuantos dias antes.

Al llegar el cura cristiano, le dije: soy Augusto ya que no nos conocemos. Quiero que sepa que soy cristiano católico. Y, que soy médico.

A quienes estaba conmigo, que no era mi familia, parece ser que no lo sabían. No lo sabían porque no apreciaron en mi comportamiento cristiano o no saben apreciar el rasgo que más caracteriza al cristiano: la compasión. Bueno, probablemente no lo han apreciado por no haberlo manifestado nunca o porque es el rasgo que caracteriza a la Persona con cultura religiosa, creyente.  Con frecuencia la compasión del otro hacia tí se considera un deber.

El ser creyente y médico es contradictorio, ser creacionista y científico hace que se tenga una vida partida. Mi cultura visigoda y cristiana ha hecho que viva de comprender al  Otro y, a la vez, hacerme comprender por el Otro.

Bueno, todo esto viene al leer y escuchar acerca del terrorista que tiene una enfermedad que no le permitirá  la pena de cumplir la condena de reinserción social que está cumpliendo.

El que sea un asesino con el agravante de terror, no ha de ser motivo de reconsideración de la condena. Es un caso juzgado. Si la condena tiene propósito de rehabilitación y esta no va a ser posible por el acortamiento de la pena consecuencia de su enfermedad, la ley dice que se ha de cambiar la condena, ya que el fin que tenía no puede cumplirse. Si no se procede al cambio de condena dada esta circunstancia que tiene en cuenta la Ley, el proceder de la Justicia, técnicamente, es hacer que no se cumpla la ley a sabiendas de actuar ilegalmente. Esta actuación por parte del MISTERIO DE JUSTICIA, sí misterio por poner un poco de humor gris asturiano, se contempla en nuestra LEY y tal actuación tiene condena con pena (o espera del arameo) de cumplimiento inmediata, no solo de quién en el ejercicio de sus funciones la ejecute, sino también de aquellos sabedores que no lo han denunciado o, que con sus actuaciones la hayan alentado, matan alentado a la comisión del delito.

Aunque España es un Estado que en su Constitución se proponga ser aconfesional, no hemos de olvidar que, en lo contradictorio de su redacción, se manifiesta CREACIONISTA  al referirse como Reino y con el agravante de ser hereditario por vía de sangre. 

Hay que refundar, con bases más actuales, la Constitución del Estado de España.

Por cierto, haré una nota a continuación de esta, por la oportunidad que se me ha dado hoy.